Cultivos y pruebas de alergia

Cultivos bacterianos y test de sensibilidad antibiótico

Consiste en la obtención de material procedente de lesiones cutáneas para identificar bacterias y establecer la terapia antibiótica apropiada en base a unos criterios de elección. Resulta fundamental la selección de las lesiones apropiadas ya que pueden estar contaminadas con proliferación bacteriana de manera que los cultivos pueden ser difíciles de interpretar.

Por ello, un cultivo positivo de la superficie de la piel no es prueba de patogenicidad y debe realizarse el examen citológico concurrente. Cuando el estudio citológico revela bacterias en forma de bacilo o cuando se observan cocos pero la terapia empírica no es eficaz resulta indicada esta prueba. Además, debe realizarse ante la sospecha de enfermedades inusuales como en nocardiosis o micobacteriosis entre otras.

Cultivos fúngicos e identificación de la especie

El cultivo es la prueba más sensible para la dermatofitosis. El DTM es agar dextrosado de Sabouraud con agentes antimicrobianos y antibacterianos junto con rojo fenol como indicador. En ocasiones puede inhibir el crecimiento de algunos patógenos por lo que resulta útil colocar parte de la muestra en agar dextrosado de Sabouraud puro. Los dermatofitos metabolizan las proteínas liberando metabolitos alcalinos que producen un viraje a rojo por lo que una adecuada interpretación requiere reconocer el cambio a color rojo con simultáneo crecimiento visible del micelio. Algunas especies de hongos no patógenos pueden provocar un cambio al rojo de manera que la examinación microscópica resulta fundamental para evitar un falso positivo.

Pruebas de alergia e inmunoterapia

Estas pruebas se utilizan para formular una “vacuna contra la alergia” o inmunoterapia alérgeno-específica en pacientes diagnosticados previamente de dermatitis atópica. El término inmunoterapia se refiere a la mezcla de alérgenos administrados por vía subcutánea o por la vía sublingual en dosis progresivamente crecientes y ha sido utilizada con éxito para el tratamiento a largo plazo de la dermatitis atópica. 

Debe adaptarse a cada paciente y formularse en base a los resultados de las pruebas de alergia y a la historia de la mascota, incluyendo los brotes estacionales. El tiempo necesario para ver la respuesta varía entre pacientes, algunos presentan una respuesta positiva al cabo de pocos meses pero como regla general debe continuarse al menos 1 año completo antes de evaluar los beneficios de la terapia.