A Peanut le empezaron a notar un bulto debajo de la piel detrás de la cabeza que fue creciendo poco a poco. Nada hacía pensar que el TAC demostraría que el bulto, se originaba del hueso del craneo y estaba comprimiendo el cerebro. Era un osteocondrosarcoma multilobular occipital.

La cirugía era complicada por la gran cantidad de vasos sanguíneos en esa zona del cerebro, y las posibilidades de que no superara la cirugía muy altas. Pero con una cirugía cuidadosa evitando el sangrado y controlando al máximo su anestesia, logramos extirpar todo el tumor y despertarla con éxito. Por suerte, la musculatura de la cabeza es capaz de cubrir el defecto óseo y sólo a los tres días pudimos darle de alta con su compañero y unos propietarios agradecidos. 

Sin unos propietarios entregados que confiaron en nosotros para esta complicada cirugía, una técnica cuidadosa y unos Servicios de Anestesia y Cuidados Intensivos preparados, esta historia de Navidad no hubiera tenido un final feliz.