Mary era un cachorro de 11 meses que vino porque empeoraba su forma de caminar desde que tenía pocos meses. Por su edad, sospechamos de una malformación congénita de la columna que le comprimía la medula espinal, lo que confirmamos con radiografías y TAC diagnosticando múltiples hemivértebras.

La cirugía que necesitaba era radical pero en todos los casos que hemos operado los resultados han sido espectaculares. Consiste en enderezar la columna a través de las costillas y fijarla en la nueva posición con tornillos y cemento quirúrgico. La cirugía es delicada porque se trabaja cerca del corazón y los pulmones pero gracias a la colaboración de los servicios de cirugía, anestesia y UCI con nuestros profesionales altamente cualificados, podemos mejorar la calidad de vida de estos perros que en otras circunstancias no lo hubieran podido conseguir.